Los osos eran cebados en la otra parte de la laguna, y recorrian el borde del agua, levantando las tapas que ocultan la comida ante el acoso de gaviotas y cornejas cenicientas. Para lo precario del equipo estoy más que satisfecho.
Por suerte, hace muchos años que, además de cazar, otras actividades ocupan mi tiempo libre, actividades que me enriquecen como persona y me hacen sentirme libre y dichoso, contemplar la naturaleza en estado puro por su lado más salvaje, cuando duermo en el monte para escuchar a los lobos y amanece un día más en cualquier sierra apartada, contemplando esta explosión de vida tras el telescopio, en la mar, o en la montaña, las nubes y los bosques forman parte fundamental de esta tierra nuestra.
Que maravilla fotos. Ojalá pronto te animes a hacer con estas maravillas esos fanáticos cuadros que haces . Un abrazó
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