El día termino como terminan los cuentos que teminan bien, y la luna salio a recibirnos a la llegada al coche, por cortesía no podíamos rechazar esta foto en agradecimiento por alumbrar el final de la ruta a solo una hora de la media noche.
Por suerte, hace muchos años que, además de cazar, otras actividades ocupan mi tiempo libre, actividades que me enriquecen como persona y me hacen sentirme libre y dichoso, contemplar la naturaleza en estado puro por su lado más salvaje, cuando duermo en el monte para escuchar a los lobos y amanece un día más en cualquier sierra apartada, contemplando esta explosión de vida tras el telescopio, en la mar, o en la montaña, las nubes y los bosques forman parte fundamental de esta tierra nuestra.
impresionante y hermoso a la vez...
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