Una cierva comia bellotas plácidamente a no más de 50 metros del mirador del Jándula, uno de mis sitios preferidos para realizar esperas de lince, quizá porque fue donde ví el primero
Por suerte, hace muchos años que, además de cazar, otras actividades ocupan mi tiempo libre, actividades que me enriquecen como persona y me hacen sentirme libre y dichoso, contemplar la naturaleza en estado puro por su lado más salvaje, cuando duermo en el monte para escuchar a los lobos y amanece un día más en cualquier sierra apartada, contemplando esta explosión de vida tras el telescopio, en la mar, o en la montaña, las nubes y los bosques forman parte fundamental de esta tierra nuestra.
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