sábado, 23 de enero de 2010
Manto blanco
Como la mar y el fuego, la nieve nos cautiva y pasamos mucho tiempo viendo nevar, como las olas o las llamas cuando tenemos la suerte de pernoctar en una cabaña, la nieve en cambio nos ofrece el regalo de ver cambiados los colores por el blanco inmaculado de la nieve, y con el modo más hermoso que tiene la naturaleza de vestir los árboles que desnudó el invierno.
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